Un edificio de 240 metros de altura en el centro de Bogotá, una planta de 420 millones de dólares en Maceo, Antioquia, y bacterias para sellar las grietas del concreto tienen que ver con Cemex, la multinacional mexicana con presencia en 50 países. En la naciente historia de uno de los edificios más altos de Colombia, la Torre Atrio, que se suma a los muchos en los que la cementera ha participado en el mundo, la empresa movilizó cerca de 1.000 camiones mezcladores durante 38 horas continuas, para surtir 8.000 metros cúbicos requeridos para la losa de cimentación masiva, equivalente a dos campos de fútbol.

“Hacemos todo lo posible para construir un mejor futuro. Primero, para nuestros empleados porque solo por intermedio de ellos somos capaces de atender a nuestros clientes, accionistas y a las comunidades donde trabajamos”, dice Ricardo Naya, presidente de Cemex Colombia. Lleva 22 años vinculado a la empresa, en la que comenzó a trabajar como practicante en un programa llamado Profesionales en Desarrollo, y ha ejercido cargos que lo han llevado por varios continentes. Estas oportunidades son usuales en la cementera, que ya ha logrado ‘exportar’ 190 profesionales colombianos que hoy trabajan con la multinacional en diferentes partes del mundo.

Para innovar y reinventarse cada día, Cemex tiene en Suiza un centro de investigaciones con científicos de 23 nacionalidades que desarrollan nuevos productos y soluciones a nivel global. Actualmente, trabajan en un concreto al que le inyectan un tipo de bacteria y, según Naya, cuando se genera una grieta por contracción plástica, las bacterias quedan expuestas, se ‘despiertan’ al recibir oxígeno, y como parte de su proceso biológico secretan una sustancia que sella la grieta. Es un concreto superinteligente, que, según el presidente de Cemex en Colombia, mezcla la biotecnología con minerales.

Cemex tiene sus propias fábricas de aditivos en Colombia, México, Estados Unidos, Alemania y Austria, donde hace innovaciones para ofrecer al mercado un concreto resistente al agua, para pisos industriales, arquitectónico, de colores o con texturas. La compañía cuenta con un modelo global de operaciones y también la capacidad de adaptarse a las condiciones locales de cada país. Es centralizada, disciplinada y en muchos temas se mide con estándares globales y prefiere desarrollar relaciones de largo plazo con los clientes.

En Colombia cultivan excelentes alianzas con las casas de materiales y ferreterías que compran cemento empacado para revenderlo. Este segmento representa el 60 por ciento de las ventas de la compañía. A través del programa Construrama, que ya cuenta con 300 establecimientos en el país, ofrecen a los comerciantes oportunidades de organizar y operar formalmente sus negocios.

Otro segmento importante es el industrial, en el que hay empresas que compran cemento y aditivos para la producción de concretos especializados y de larga vida. Además, la compañía invierte en el desarrollo de proveedores y emprendedores locales en pequeños municipios donde tienen presencia y no hay infraestructura hotelera o restaurantes.

La cementera también ha respaldado el proceso de paz al vincular a cerca de 40 personas reintegradas. Asimismo, quieren ser los primeros en cambiar impuestos por obras y tienen una solución para construir vías terciarias, entre ellas la conocida como Ecovía, que ya es una realidad en el municipio de Jerusalén, en Cundinamarca.

El presidente de Cemex Colombia explica que la planta de Maceo aún no opera porque ha estado en el centro de un escándalo de corrupción, pero “es prueba viva” de cómo opera la compañía para combatir estos problemas. “Si un empleado ve que alguien está actuando de manera equivocada, ya sea favoreciendo a un proveedor o a un cliente, el trabajador de Cemex tiene la tranquilidad de que puede enviar un correo electrónico a una cuenta especial, ciento por ciento anónima”, comenta Naya.
 El Comité de Ética de la firma investiga todos esos casos, y por medio de ese mecanismo lograron detectar un problema que implicó la salida de dos ejecutivos del más alto nivel de la compañía por no haberse apegado a las políticas de la empresa, de cómo se debe ejecutar un proyecto de inversión, comentó Naya.

Cemex ha enfrentado otras dificultades –además del escándalo que tiene paralizada la planta de Maceo– con la Superintendencia de Industria y Comercio, que la vinculó a una investigación por supuestos acuerdos de precio de venta del cemento, y le impuso una multa de 25 millones de dólares. Aunque ya pagó la multa, la empresa presentó una apelación. Pero nada ha impedido que Cemex, que cotiza en las bolsas de valores de Nueva York, México y Colombia, se remonte a su esencia con su lema, que es casi su mantra: construimos futuro.

Así es el aporte

• 10.000 viviendas de los programas de vivienda gratis, VIS y VIP en Colombia han tenido la participación de Cemex.
• 190 colombianos trabajan en asignaciones internacionales de Cemex.
• 420 millones de dólares han invertido en construir una planta en Maceo, Antioquia.
• 3.000 trabajadores tiene Cemex en Colombia. Mil son empleados administrativos y el resto de planta.
• Cemex pagó 25 millones de dólares de multa por “paralelismo consciente de precios”, según una investigación de la Superintendencia de Industria y Comercio. Pero la empresa demandará el fallo ante la jurisdicción contenciosa.
• Un millón de toneladas anuales producirá la nueva planta de Cemex en Maceo, Antioquia.
• Cemex tiene una participación de 30 por ciento en el mercado colombiano actualmente.