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La industria de la construcción se despide de los planos en papel

Gracias a la digitalización de los planos, que incluso pueden verse en tres dimensiones, los gastos en impresión se reducen y los tiempos de construcción se optimizan hasta en un 40%.

Los planos en papel han logrado ser reemplazados por una tablet capaz de mostrar los detalles que necesitan los constructores para poder levantar las edificaciones. No obstante, la diferencia entre el uno y el otro va mucho más allá del formato en el que se presentan.

Para Rodrigo Rubio, gerente de operaciones de la constructora Arpro, la modelación digital les ha permitido hacer su trabajo impactando positivamente los tres factores que componen el negocio de la construcción: costo, tiempo y calidad.

Con esta nueva tecnología, el dinero invertido en la obra se abarata al no haber la necesidad de invertir en los miles de planos que puede llegar a requerir un proyecto de grandes proporciones como lo puede ser el proyecto Atrio, edificio en el que actualmente trabaja la constructora que representa Rubio.

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“Para poner un ejemplo, si yo tuviera que imprimir una copia de todas las versiones de los planos que manejamos, cerca de 10.000 contando las que van quedando obsoletas, representaría un costo entre $50 y $60 millones si imprimera solo un ejemplar de cada uno. Así que esto es una responsabilidad ambiental con un valor agregado para el cliente”, afirma el profesional al añadir que con la nueva tecnología estos documentos de construcción se democratizan, poniéndose al alcance de los trabajadores de la edificación.

Por otro lado, esta tecnología también permite mitigar los costos al reducir la cantidad de imprevistos que pueden ocurrir en una obra. Lo anterior es posible ya que miles de planos se encuentran reunidos en un mismo equipo con la capacidad de actualizarse en tiempo real, brindando de esta forma un panorama general de la construcción reduciendo los puntos ciegos que pueden generar gastos adicionales.

Si se analiza el factor tiempo, para Rubio la implementación de estas tecnologías hace posible que la construcción de la obra se complete en plazo 40% inferior al que demandaría un trabajo empleado sin estas herramientas digitales.

“El que una obra sea más rápida va a depender fundamentalmente del proceso constructivo que se haya diseñado y esas herramientas nos permiten hacer el salto a los proyectos constructivos más eficiente”, explica el profesional al añadir que el secreto está en poner a trabajar muchas industrias al tiempo mientras la obra atraviesa la etapa de la cimentación, los planos digitales permiten ver las diferentes etapas del proyecto y así predecir qué se necesitará para ir adelantando el trabajo.

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Por último, el factor calidad, que compone a la triada del negocio de la construcción, también se ve beneficiado pues, por todo el detalle que brinda la tecnología empleada, permite que haya una mejor precisión en el trabajo.

“En la medida en que todos los que están involucrados en un proceso constructivo puedan identificar qué hay que hacer, en qué tiempos y cuál es el resultado final que se está buscando, la calidad está protegida”, añadió.

Esta transformación tecnológica también ha logrado reemplazar las denominadas planotecas, lugares en los que anteriormente se guardaban los papeles que contenían los planos, en su lugar ahora existen las salas digitales, lugar que puede interpretarse como el centro de operaciones de la obra.

Pero las transformaciones no acaban aquí. La implementación de este tipo de tecnologías también demanda la formación de profesionales que estén en la capacidad de elaborar planos en tres dimensiones y también de trabajadores que tengan la capacidad de interpretarlos y navegarlos, escenario que no solamente cambia la forma de hacer las cosas, sino que además abre la puerta para que la creatividad colombiana se ponga en acción.

Con relación a lo anteior Rubio manifestó, en su entrevista con El Espectador, una crítica al respecto de esta tecnología. Las empresas que diseñan el software tienen unas prácticas “casi que mafiosas”, por lo que no solo basta con comprar la licencia, sino que además se debe pagar una mensualidad para poder utilizar el programa. Este profesional hace un llamado a las universidades del país para que, ante la demanda que está teniendo esta tecnología en Colombia, desarrollen este tipo de software de modelación tridimensional y así logren beneficiar a la industria de la construcción.

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El anterior inconveniente, por ejemplo, hace difícil que las pequeñas y medianas constructoras puedan acceder a estas nuevas tecnologías, por lo que una apuesta acertada será ‘democratizar’ en la industria estos adelantos para que sus beneficios puedan llegar a todos los sectores.

¿Cómo serán los edificios del futuro?

Pero la tecnología no se detiene ni se limita a la etapa de construcción, Rubio afirmó que el proyecto Atrio terminará en un edificio que tendrá parte de las funciones que identificarán a las edificaciones del futuro.

Según este profesional, en unos 20 años los interruptores desaparecerán, puesto que la inteligencia de la edificación le permitirá saber que una persona se encuentra en sus instalaciones, es más, la construcción será capaz de programar la temperatura y encender los equipos que vaya a necesitar, tales como computadores, televisores y demás aparatos.

“El proyecto Atrio es un edificio de tecnología de punta que va a permitir que los usuarios puedan operar e interactuar con el edificio de maneras más sofisticadas de lo que lo hacemos hoy en día”, concluyó Rubio.